Jules es una detective agorafóbica, pero con una mente brillante para resolver casos. Ren es un asombroso coche dotado de una potente Inteligencia Artificial, diseñado por Pol, el socio desaparecido de Jules.
Juntos, Jules y Ren forman un equipo único que combina la intuición humana con la tecnología avanzada para resolver los casos más complejos, mientras buscan respuestas sobre la desaparición de Pol. ¿Subes a este sorprendente thriller tecnológico?
Jules y Ren reciben un nuevo caso: la Señora Gloria les pide que investiguen la empresa tecnológica ApaTech, una misteriosa empresa que ha desaparecido enigmáticamente de la noche a la mañana sin dejar rastro. Esto despierta la curiosidad de Jules y Ren, quienes deciden investigar.
La Señora Gloria narra cómo fue contratada por el enigmático Señor Ápate y las condiciones estrictas de su trabajo en la aún más misteriosa Apatech. Tras varias semanas trabajando la empresa ha desaparecido sin dejar rastro, dejando a Jules y Ren con más preguntas que respuestas.
Mientras investigan a ApaTech, Jules y Ren descubren una pista inesperada en un lugar aún más inesperado: una cadena de comida rápida. Entre recuerdos confusos, órdenes secretas y fritos sospechosos, el caso da un giro inesperado. ¿Qué tienen que ver unos sueños de mayonesa con el paradero de Pol?
Algo no encaja y Jules lo sabe. Tras un peligroso encuentro, Jules y Ren están a salvo, pero las preguntas se multiplican. Jules contacta a Carrillo para obtener información, complicando aún más la situación. La búsqueda de Teresa resulta infructuosa y frustrante. Una llamada a la señora Gloria, que intenta leer su bola de cristal, revela una pista: la palabra "khinkali". Esta les lleva hasta "La Zarigüeya", pero ¿se tratará de un animal, un nuevo sospechoso o un plato de comida georgiano?
Jules y Ren se enfrentan a la recta final de la investigación. Las piezas encajan, pero no todo es lo que parecía. Secretos ocultos, traiciones y una verdad que llevaba demasiado tiempo enterrada salen a la luz. El misterio se resuelve… o casi. Porque a veces, cuando crees tener todas las respuestas, las preguntas cambian.